domingo, 6 de abril de 2014

Capítulo 18: Sólo se vive una vez.






James: ¡_______, no lo puedo creer!—dijo con notoria alegría. Corrió hacia mí y me abrazó, mi cerebro tardó más de lo esperado en reaccionar. Cuando al fin lo abracé, me apretó con más fuerza—. No me lo creo, ¿eres tú?

Tú: Sí, sí, soy yo—dije riendo—.

James:—se separó de mí y me observó por unos segundos—Estás... diferente.

Tú: ¿En qué sentido?—reí—

James: Pues... no lo sé, ¿envejeciste?—lo golpeé en el brazo—Eso, ¡envejeciste!

Tú: No me jodas, que tenemos la misma edad.

James: Ya, se me olvidaba—volvió a abrazarme—. Aún no creo que seas tú... Tantos años sin verte—me meció suavemente en sus brazos, con la ternura que sólo él sabía tener—.

Tú: Lo sé, lo sé—dije muy risueña—. Me alegra verte, Jimmy.

Jimmy, ese era el apodo que le otorgué cuando éramos niños. Lamento no haberles hablado de James, pero es que realmente no pensé volver a verlo.  James es el hijo del mejor amigo de mi papá. Generalmente no hablo de esto, y no hay nadie mejor que ustedes para saberlo..., el día antes de que mi padre murió, el padre de James, Miguel, vino a visitarnos, mi padre y él tenían algunos años sin verse luego de que Miguel, su esposa, Virginia, y James volvieran a vivir a __________(Tu País), el país natal de mi papá en latinoamérica. Al día siguiente, el día de la muerte de mi padre, Miguel y él fueron a visitar a algunos amigos que tenían mutuos aquí en Bradford, y bueno... tuvieron un accidente en auto, y... ambos fallecieron en un trágico accidente. Desde el día que James y Virginia vinieron a por el cuerpo de Miguel, no he vuelto a ver a ninguno de los dos. Bueno, hasta hoy.

James: Ya no estoy tan pequeño, no me digas Jimmy—me reprochó.

Tú: Jimmy, por favor—reí—. ¿Qué haces aquí?

James: Hace una semana vivo aquí en Inglaterra. Regresé para terminar la universidad aquí, y bueno... ya sabes.

Tú:—sonreí—. Me alegro en verdad—empezamos a caminar hacia la casa de Jade.

James: ¿Y tú?, según tengo entendido la señora Amanda y tú se mudaron a Londres...

Tú: Pues sí, eso hicimos. Pero vine a pasar unos días con mis amigos aquí... Ya sabes, ¡vacaciones!—reímos.

James: Genial.

Tú: ¿Ya estás estable aquí?, Quiero decir ¿tienes casa y todo eso?

James: Oh, sí. Es un pequeño departamento, no es muy pretencioso, pero me basta para vivir una temporada. ¿Por qué lo preguntas?

Tú: Nada importante, sólo pensé que si no tenías dónde quedarte podrías ocupar mi casa...

James:—rió—. Tú siempre tan gentil. Pero no, gracias... Aunque la verdad me estoy quedando en casa de unos antiguos amigos de mi papá.

Tú: ¿Por qué?

James: Es que el apartamento está realmente lejos—dijo riendo.

Tú: ¿A qué te refieres?—lo miré.

James: Vine hace unos días a Bradford para ver a la señora Amanda y a ti, y a mis viejos amigos. Pero no viviré aquí.

Tú: ¿No?

James: Nope. Viviré en otra ciudad.

Tú: ¿Cheshire?

James: No.

Tú: ¿Plymouth?

James:—rió—No.

Tú: ¡Ya sé!, Leicester.

James: Tampoco, ¿Te rindes?

Tú:—reí—. Sí.

James: En Oxford.

Tú: ¡Oxford!, vaya cosa. Esto es suerte.

James: ¿Lo dices porque está al lado de Londres?

Tú: En efecto.

James: Sí, eso pensé cuando me enteré que vives en Londres. Fue un golpe de suerte, ¿no?

Tú: Sí, sin duda. Podremos visitarnos cuando queramos.

James: Lo sé, ¿no es genial?

Tú: Mucho. A todo esto, ¿qué haces por aquí?, adonde te estás quedando no queda precisamente cerca de aquí...

James: Oh, es que vine a visitar a Jade antes de irme.

Tú: Que irónico, ¿no?, yo llego y tú te vas—reímos—. ¿Cuándo te vas?

James: Mañana.

Tú: ¡Genial!, pensé que te ibas hoy. En ese caso, ¡tenemos mucho tiempo!—lo abracé—. Esto es realmente bueno—me separé de él.

James:—rió—. ¿A qué te refieres?

Tú: A nada... aún.

James:—frunció el ceño—. Bueno, como digas...

Caminamos hasta la casa de Jade, y se alegró bastante. Ella es así, siempre tiene esa chispa de alegría. Pero ella aún estaba en pijama, así que James y yo aprovechamos para saludar la familia de Jade. Eran las 12 y algo, y la madre de Jade nos invitó a comer. Aún no tenía noticias de los chicos, pero de todas maneras acepté. Luego de la—deliciosa—comida, Jade, James y yo volvimos a mi casa, quería saber si los chicos estaban allí, para poder irme en paz a pasear con mis amigos. Al llegar, los vi a todos, menos Zayn, sentados en el living. Caminamos hacia ellos.

Tú: ¡Eureka!, pensé que habían vuelto a Londres.

Harry: No, no volvimos.

Niall: Estábamos paseando con Zayn.

Liam: Sí, estábamos saludando a su familia y eso.

Tú: Oh, sí. Recuérdenme ir a visitarlos mañana—dije, soy algo olvidadiza. Jade, James y yo caminamos hacia un sofá libre y nos sentamos.

Harry: ¿Dónde estabas tú?

Tú: Con Jade—la señalé.

Jade: Hola—dijo boba, agitando su mano. Actúa así cuando está nerviosa.

Liam: Hola, Jade.

Niall: ¿Ella es Jade?

Tú: Sí.

Niall: Hola—se levantó y caminó hacia ella, al llegar extendió su mano—, soy Niall.

Jade:—se levantó y estrechó su mano, nerviosa—Lo sé. Créeme.

Harry: Soy...

Jade: Harry—se adelantó—. Soy directioner, sé todo.

Niall: Oh—la abrazó con fuerza—, ¡eres de nuestra familia!

Jade: En-en efecto—tartamudeó, correspondiéndole el abrazo con torpeza—.

Luego de un rato de fotos, confesiones y saludos de parte de Jade con Niall y Harry, preguntó por Louis. Nosotros le dijimos dónde estaba y rió, rió como loca. Corrió escaleras arriba a saludarlo, claro que antes le dijimos que mucho cuidado con abrir la puerta. Cuando se fue, los chicos centraron su atención en James. Lo miraban fijamente, y el pobre estaba incomodísimo.

Niall: ¿Quién eres y cómo llegaste hasta aquí?

James: James Nichols, vía ________—respondió como soldado.

Harry: ¿Qué eres de ella?

James: Amigo.

Liam: ¿Dónde se conocieron?

James: Aquí en Bradford.

Niall:  ¿Cuándo?

James: Hace 15 años.

Harry: ¿Vivías aquí antes?

James: Hmm... sí, hace unos 9 años.

Liam: ¿Y ______ y tú...

xxxx: ¿James?—preguntó una voz tras de mí, interrumpiendo a Liam. Me giré y era Zayn. Sonreí

James:—se levantó—¡Zayn!

Zayn: ¡Hombre, cuántos años sin verte!—caminó con prisa hacia él, ambos se encontraron en un fuerte abrazo varonil. Luego de eso, se saludaron como solían hacerlo. Esa clase de saludo secreto, ya saben.

James: Ni que lo digas. La última vez que te vi, sólo te conocíamos yo y unas 300 personas, como mucho. No todo el mundo, literalmente—todos reímos. Zayn y James volvieron a abrazarse.

Liam: Era mi turno de preguntar..., no es justo—dijo desanimado.

Zayn: Qué grata sorpresa verte aquí, hermano. No me lo puedo creer.

James: Yo tampoco, créeme.

Niall: Por lo visto encontraremos muchos amigos de Zayn y ________ aquí, eh.

Harry: Tal parece—dijo riendo.

Hablamos un rato, y nos pusimos al corriente. Realmente extrañé mucho a Jimmy, y no sólo yo, también Zayn. Niall, Liam y Harry estuvieron un tanto al margen de nuestra conversación, no entendían algunas cosas de las que hablábamos. Ya eran eso de las 3:45 pm, y aún Jade no bajaba, empezamos a preocuparnos, pero luego Zayn propuso que fuéramos a cocinar algo para merendar, y nos olvidamos de ella. Pero a eso de las 4:15 pm, escuchamos algunos ruidos en el piso de arriba.

Zayn: ¿Qué fue eso?—dijo con la boca llena de queso.

Liam: No lo sé...

Tú: Ha de ser el gato del vecino.

Harry: O tal vez... Saw.

Tú: ¡Harry, ya basta con eso!—le lancé un pan.

Harry: No dolió—dijo tomándolo del suelo—, porque es pan integral. Que te ayuda a cagar mejor—y con eso me lo lanzó. Lo esquivé.

Tú: ¡Harold!

Niall: ¡Hey!, ¿qué les he dicho de jugar con la comida?—corrió hacia mí y lo levantó del suelo—. Esto es oro—lo mordió. Todos reímos, menos él.

Tú: Ew, Niall.

Niall: ¿Qué?

Tú: Nada, nada...

Louis: ¡Libertad!—gritó irrumpiendo salvajemente en la cocina. Como rayo, salió disparado al patio trasero.

Tú: ¡Louis William Tomlinson!—grité sorprendida.

Lana: Libertad al fin—entró a la cocina—, wohoo, qué emoción—dijo agria, caminó hacia los sándwiches que habían en la mesa—. Tengo hambre—tomó uno y lo mordió.

Tú: Pero... ¿qué es esto?

Jade: ¡__________, amiga mía!—dijo con falsa alegría mientras caminaba hacia mí—. ¿Sabes cuánto te quiero?, ¿no?, ¡pues te quiero!—me abrazó.

Tú:—la miré—. ¿Qué hiciste?

Jade: ¿Yo?, nada...

Lana: Ay, no te hagas—dijo atragantándose con un sándwich—. Claramente dejaste salir al culón.

Jade: Y a ti, mal agradecida.

Tú: ¡Jadelynn!, ¡Te dije que no los dejases salir!

James:—rió—. Siempre la cagas, Jade.

Jade: Pero es que Louis me lo pidió de favor...—dijo con puchero—.

Lana: Ay, cómo se ve que le mueve el piso. No puede ser más tonta...

Tú: Lana...

Lana: Ya, ya...

Zayn: Ni modo, tenemos que ir a atraparlo.

Niall: ¡No!, tengo hambre...

Tú: Tranquilos. No va a conseguir salir, no hay salida—miré a Lana—. En cuanto a ti, Lana, volverás a estar encerrada después de merendar.

Lana:—se encogió de hombros y mordió su sándwich—. ¿Ya qué?

James: ¿Esto no es secuestro?

Tú: Pff, no... creo.

James: No quiero estar vinculado con esto, así que si los policías preguntan... ustedes no me han visto.

Zayn: Claro, no te preocupes.

Louis:  Oye, __________, ¿acaso no hay salida en tu patio?

Tú: No, mamerto.

Louis: Rayos, qué patético...

Lana: Já, tonto...—dijo con tono burlesco.

Louis: Cállate.

Tú: Por lo visto encerrarlos no funcionó mucho, eh.

Lana: No. Y tampoco funcionará, supéralo.

Louis: ¡Queremos pasear!, déjennos pasear.

Tú: No.

Zayn: Los encerraremos. Es una forma de castigo también...

Louis: No, es maltrato.

Niall: Ya cállense, quiero comer—dijo para luego morder un sándwich.

Harry: Niall...

Niall: Ya...—resignó.

Bien, es tiempo de poner esas clases de actuación en marcha.

Tú: Es que...—dije, ''a punto de llorar''—tan sólo si dejaran de pelearse y se conocieran, todo sería mejor...—y dejé que cayeran algunas lágrimas.

Louis: __________, ¿estás llorando?—dijo, mientras se apresuraba a estar conmigo.

Tú: No... no, no estoy llorando. Es que...—limpié mis lágrimas—sudo por los ojos...—pero seguía dejando que cayeran. Zayn y Liam se acercaron a mí. Liam apartó a Louis y cubrió su lugar.

Zayn: Miren lo que hacen.

Liam: Sus peleas hacen que __________ llore, debería darles vergüenza.

Lana: Lágrimas de cocodrilo.

Jade: ¿De cocodrilo?, mírala—se acercó a mí con pena—¿Estás bien, Foli-Poli?

Harry:—dio una carcajada—Foli-Poli.

Lana: ¿Por qué lloraría por esto?, esa no es la _________ que yo conozco.

James: Bradford la cambia, supongo.

Louis: Lo siento, _______. Prometo que no volveré a discutir con Lana, pero no llores—se abrió paso y me abrazó—.

Tú: ¿Cómo me pides que no llore?, si no cumplirás tu promesa—lloré más—Además, Lana no me ha prometido nada... no es justo.

Louis: Ya, no llores...—intentó calmarme—

Lana: Está bien, ___________..., no discutiré más con Louis. Te lo prometo—se levantó de la mesa y caminó hacia mi.

Tú: ¿Me lo prometen?, ¿ambos?

Louis: Sí.

Lana: Por supuesto.

Tú:—limpié mis lágrimas—. Eso me alegra.

Zayn: ¿Qué les parece si para celebrar nos vamos de fiesta?—propuso.

Lana: ¡Es una buenísima idea!

Louis: ¡Fiesta, fiesta, fiesta!—celebró.

Jade: ¡Fiesta con mis ídolos!—imitó a Louis.

Liam:—rió—Jade...

Niall: ¿alguien dijo fiesta?, ¡Fiesta!

Tú: Sí, fiesta—reí—¿Hora?

Zayn: Hmm... 9:00 pm.

Tú: Lana, vístete—dije, porque aún estaba en pijama—Jade, tú y yo iremos de compras.

Lana: De acuerdo...—hizo lo que le pedí—.

James: ¿Qué haremos nosotros mientras ustedes no están?

Tú: No lo sé... jueguen fútbol, hagan algo de comer, conózcanse más. De todos modos, ese no es asunto mío.

Harry: O podríamos acompañarlas a comprar.

Tú: No, sólo chicas.

Harry: Bueno...

Jade: ________, ¿me preparas un sándwich?

Tú: Claro.

Mientras le preparaba el sándwich a Jade y esperaba a Lana, los chicos hablaban sobre cosas que no lograba escuchar bien. La razón fue que realmente estaba concentrada en el sándwich que preparaba. En todo caso, tampoco me importaba mucho lo que dijeran. Ya los conocen, vienen con cada estupidez. Estupideces como:

Harry: Liam es como nuestro padre...

Liam:—rió—. Sí, por eso el apodo ''Daddy Direction''.

Niall: Yo puedo cuidarme solo—dijo con recelo.

Zayn: Niall... Te perdiste en un centro comercial.

Niall:—se cruzó de brazos—. Me perdí porque yo quería perderme.

Louis: Sí, claro.

James: Son unos locos—dijo riendo.

Jade: No son locos, son tiernos.

Volví a ignorarlos y me concentré en cortar bien el jamón. Luego que terminé de eso, escuché una estupidez que me causó risa:

Zayn: Niall discutió una vez con la seguridad durante 30 minutos en el aeropuerto porque le dijeron que no podía llevar comida en el avión.

Louis: Sin duda, eso hizo mi día aquella vez—admitió feliz.

Tú: ¿En serio, Niall?—intervine riendo.

Niall: ¿Qué querías que hiciera?, me prohibían ser feliz...

James: Claro, claro.

Terminé del sándwich y se lo pasé directo a Jade. Extrañaba en serio prepararle sándwiches. De verdad. Ahora que lo pienso un poco detenidamente, no quisiera marcharme. Me siento cómoda aquí, con mis amigos, en mi ciudad, en mi hogar. Rodeada de muchos recuerdos felices. Pero en unos días más deberemos volver.

Niall: James, ¿sabes español?

James: Sí, bastante—dijo en su idioma.

Niall: Qué bien—respondió en español.

James: ¿Ustedes saben?

Louis: Un poco. No mucho.

Liam: Yo sé decir ''Señorita''—dijo lo último en español—. Y algunas cosas más.

Zayn: Tales como una sacapuntas.

James:—rió—. No es una. Es un.

Liam: Oh, vale.

Harry: Yo un día estuve jugando con el traductor, Zayn y yo aprendimos a decir en español:  "Mi mamá me da bollitos, mmm... ¡qué ricos!".

Zayn: ¡Me acuerdo de eso!—dijo riendo.

Y bueno, yo dejé de escuchar y fui al living. Al llegar, saqué mi celular y marqué el número de un taxi. No nos llevaríamos el auto, ¿qué tal que los chicos necesiten salir?, no. Lana venía bajando. Estaba vestida así:



Tú: Luces bien—elogié.

Lana: Meh, ¿ya nos vamos?

Tú: Sí—giré hacia la cocina—. ¡Jade!, ¡Vámonos!

Jade: ¡Ya voy!—gritó desde ella.

Tomé mi bolsa. Lana, Jade y yo salimos de casa. En el camino al auto, Jade y Lana estaban hablando. Por su conversación, no congenian mucho que digamos. Pero bueno, sólo nos restan 6 días aquí. Entramos al auto y coloqué el auto en marcha. Jade me avisó que abrieron un nuevo centro comercial a unas calles de aquí, y luego de dirigirme en el camino llegamos. Estacioné el auto y entramos a la tienda. No había mucha gente, con eso de que hoy es Lunes, así que todo estaba en paz y tranquilo.

Entramos a una tienda, no me fijé mucho en el nombre, y empecé a ojear los vestidos. Había uno bastante bonito. Estoy 100% segura de que a Zayn le encantaría  verme con este vestido. Por Dios... ¿me ven?, pensando otra vez en lo que a Zayn le gustaría... Debo admitir que extrañaba esto, realmente. Lo que menos imaginé al mudarme de aquí Bradford es que me reencontraría con él, y que conocería a 4 chicos y una chica fantástica. Es sorprendente, debo decir.

Dejé el vestido en su lugar, no tenía ganas de usar vestidos. Demasiada libertad para mis piernas. ¿Qué tal un pantalón entubado?, caminé al rededor de la tienda en busca de los pantalones, pero nada.

Lana: Oye, ______, aquí no hay nada que me guste—se cruzó de brazos y se paró frente a mí.

Tú: A mí tampoco, esta tienda es un asco—dije con disgusto.

Jade: ¡Oh, por Dios, chicas!—irrumpió corriendo hacia nosotras, con un vestido azul en sus manos—. ¡Este!, ¿No es hermoso?—preguntó, con sus ojos puestos en el.

Lana: Por Dios, Jade. Eso a penas te tapa el culo.

Tú:—reí—Lana tiene razón.

Jade: No me importa, me ¡encanta!—gritó.

Tú: Bah, da igual. Compra lo que quieras, Lana y yo estaremos en la tienda del frente, ¿bien?—avisé.

Jade: ¿Por qué?

Lana: Porque aquí simplemente no hay nada que nos guste—dijo casual. Asentí, apoyándola.

Jade: Oh, vamos, _____. Hace mucho tiempo que no vamos de compras... no es justo—dicho esto, me sentí un poco hecha mierda.

Tú: Lo siento, pero realmente detesto esta tienda—dije, y empecé a caminar con Lana detrás de mí hacia la salida.

Jade: ¿Me dejarás sola...?—dijo, y entonces me sentí muy hecha mierda. Me giré hacia ella.

Tú: No te dejaré sola. Sólo iré a una tienda diferente mientras tú terminas aquí, ¿bien?

Jade: Bien...

Tú: Nos encontramos en la cafetería.

Jade: Como digas—le sonreí antes de dar media vuelta y salir de ahí junto a Lana, y entonces fue donde empezó la diversión. Entramos a una tienda fabulosa, la ropa que allí había era fantástica. ¿Y los accesorios?, eran perfectos. Debimos entrar antes a esta tienda, en serio. Caminamos alrededor de la tienda, observándo todo. Y de repente, vi una camiseta que llevaba el logo de Starbucks en ella, siempre soñé con una camiseta así, por el amor de Dios.

Tú: ¡Lana, Lana!—grité.

Lana: ¿Qué quieres?—dijo, apareciendo en modo fantasma detrás de mí.

Tú: Mira esto...—tomé la camiseta y se la mostré más de cerca a Lana—. ¿Qué te parece?

Lana: ¡Por Dios, por Dios, por Dios!, ¡Es hermosa!

Tú: ¡Lo sé!, siempre soñé con una camiseta así, lo juro por Dios.

Lana:—rió—. Es simplemente hermosa, ¿la comprarás?

Tú: Lana, ¿eres tonta o te haces?, claro que sí—reí.

Lana: Eh, vale, vale. Sólo preguntaba—se defendió riendo—. Un momento...—dijo distraída, mirando a otra dirección—. ¿Esa es una camiseta de... Heiniken?

Tú: ¿Dónde?—traté de mirar hacia donde ella lo hacía, pero no vi nada—, ¡¿dónde?!

Lana: ¡Allá!—corrió hacia ella, seguida de mí. Al llegar, la tomó y me la mostró—. Acabo de enamorarme...

Tú:—reí—. Si nos hubiésemos quedado en la otra tienda, probablemente no hayamos encontrado esto, ¿verdad?

Lana: Verdad.

Tú: Bueno, debemos probarnos esto—dije, señalando con los ojos las camisetas.

Lana: Ve tú, yo voy a buscar más ropa para probarme...—dijo. Bueno, me encaminé sola hacia los probadores y al llegar, coloqué la camiseta en una percha y procedí a quitarme el suéter y, cuando iba a quitar la camiseta que traía debajo, unos brazos se rodearon mi cintura, miré hacia abajo, centrándome en las manos. Ese tatuaje de cruz lo reconocería donde fuera.

Tú: ¡Harry!—susurré mientras me liberaba de él.

Harry: Shh, shh... no grites—dijo en voz muy baja.

Tú: ¿Qué haces aquí, por el amor de Dios?—pregunté mientras lo miraba a los ojos. Coloqué mis brazos en jarra.

Harry: Nada, sólo... te extrañaba—sonrió. Puse mi mejor cara de orto, para que viese que hablo en serio, y me crucé de brazos—. Bueno, ya. Vine a proponerte una pequeña escapadita—dijo pervertido.

Tú: ¿Una pequeña escapadita?, ¿Acaso estás demente?

Harry: Puede ser.

Tú: ¿No deberías estar con los chicos?, ¿Cómo fue que llegaste aquí?

Harry: Unos minutos después de que ustedes salieran les dije que iría a dar un paseo, o algo así, y bueno... me robé el auto y las seguí.

Tú: Estás mal. Muy mal, Harold, por el amor de Dios.

Harry: Ya, deja de quejarte y dime ¿quieres venir conmigo sí o no?

Tú: No lo sé, Harry.

Harry: ¡Vamos, ______!, ¡Sólo se vive una vez!

Tú: Baja la voz—susurré—. Sí, está bien. Iré contigo, Harry.

Harry:—sonrió—. Tomaste una buena decisión.

Tú: Dale, sí, ¿pero qué les diré a Jade y Lana?

Harry: No les digas nada, oye—me tomó de la mano—. Vámonos, tenemos hasta las 9:00 pm.

Tú: ¿A dónde iremos?—pregunté.

Harry: Adonde el viento nos lleve.

Tú:—reí—. ¿En serio?

Harry: Sí.

Tú: Bueno...

Harry: Va...—empezó, pero no pudo terminar. Gracias a su celular. Tomó la llamada—. ¿Bueno? ... El parque... Existe Google Maps, Louis... Claro, sí. Sé que no debí llevarme el auto... Sí... Lo siento... Ajá... ¡No fue mi culpa!, yo sólo quería salir... Claro, claro... En 20 estoy allí—colgó. Le miré, me miró, reí—. ¿De qué ríes?—se cruzó de brazos.

Tú: ¿Yo?—pregunté, señalándome inocente.

Harry: Sí, tú...—dijo con una sonrisa ladeada.

Tú: De nada—sonreí.

Harry:—rió—. ¿Por qué tienes que tentarme tanto?—dijo, al instante en que me tomaba de la cintura y me acercaba bruscamente hacia él. Nos miramos a los ojos por unos segundos, los cuales parecían horas—. Te deseo, y no de la manera más inocente...—me dijo. Entonces, sentí que toda la culpa se acumuló en un sólo lugar de mi cuerpo, específicamente mi estómago, y sentí ganas de vomitar. ¿Culpa por qué?, porque Harry y Zayn son amigos, y mientras todo es romántico y color de rosa con Zayn, con Harry es apasionado y color de hormiga, ¿entienden?, y eso no puede ser así.

Tú: No deberías...—dije.

Harry: ¿Por qué?—preguntó, como era de saberse. Mentalmente estaba buscando la respuesta correcta a todo, y eso me tomó más de lo esperado—, dale, responde...

Tú:  Porque estoy con Zayn. Lo sabes, es más que obvio—dije, y entonces hubo un gran silencio. Un silencio doloroso. Duradero.

Harry: Entonces... ¿eres prohibida para mí?, ¿un pecado?

Tú:—fruncí el ceño, sin entender a lo que se refería exactamente—. Ehm, eso creo.

Harry: Bueno, pues entonces no me importaría ser un pecador...—dicho esto, me besó. Profunda, apasionada y dedicadamente. Yo le seguí el beso, y nuestros labios bailaban a un ritmo apasionado y diferente. Pero mi cerebro empezó a enviar señales de ''detente" a mi organismo, y eso hice. Me detuve, y aparté a Harry de mí.

Tú: Harry, no lo vuelvas a hacer, por favor.

Harry: ¿Por qué?—preguntó, de nuevo.

Tú: ¿No te basta que sea la chica de uno de tus mejores amigos?, dime, ¿no te es suficiente?

Harry: _____, yo...

Tú: No digas nada. Por favor. Ahora sólo quiero que me dejes sola, ¿sí?

Harry: Bien—dijo, algo enojado, e hizo lo que le pedí. Entonces la culpa empezó a invadir mi organismo, más fuerte que la vez anterior. Entonces sentí que iba a morir.

(...)

Tú: No sé qué haré ahora...—dije, sentada en una banca del centro comercial, junto a Jade y Lana.

Lana: Vaya, la cosa se puso difícil...

Jade: ______, ¿en serio estás confundida?, porque sinceramente esto me parece una ridiculez. ¡Acabas de conocer a Harry!, mientras que a Zayn lo conoces de toda la vida. Y, aunque me duela decirlo pues es mi ídolo, no sabes si Harry sólo quiere divertirse un rato. Pero Zayn no, Zayn estaría dispuesto a casarse contigo.

Lana: Jade tiene razón.

Jade: Lo que debes hacer es ponerle un  alto a Harry. Dile que tú sólo quieres una amistad con él, y que ya estás con Zayn.

Lana: Ajá. Dile que entre ustedes no puede haber otra cosa más que una sincera, inocente y dulce amistad.

Tú: Ya se lo dije, pero no me hizo caso...—musité, mientras escondía mi rostro entre mis manos—. No sé qué haré...—murmuré, debido a mis manos.

Jade: ¿Qué dijiste?

Tú:—quité mis manos de mi rostro—. No sé qué haré...—repetí, para colocar mis manos en el lugar anterior.

Lana: Bueno, ¿qué respondió cuando le dijiste que sólo podían ser amigos?—preguntó, mientras quitaba mis manos de mi rostro bruscamente. Ya saben cómo es ella.

Tú: Me dijo..., bueno, me preguntó, que si estaba prohibida para él, que si era un pecado o algo así. Yo le dije que sí, y entonces me dijo que no le importaría ser un pecador. Y bueno... me besó.

Jade: ¿Le correspondiste?

Tú: Sí—dije culpable.

Lana: Mal, _____, mal—me retó.

Tú: ¿Qué querían que hiciera?, no podía pensar con claridad.

Lana: Claro, toma eso como excusa.

Jade: Quizás tú también lo deseas, pero sientes una culpa que no te deja admitirlo.

Tú: ¿Saben qué?, sí. Lo deseo. Pero yo amo—remarqué esta última palabra—a Zayn. Lo amo. Deseo y amor no es lo mismo, ¿o sí?

Lana: ¿Quién sabe?, tal vez sí.

Tú: No ayudas—dije, y me dejé caer hacia atrás, miré hacia el techo. ¿Qué estoy haciendo con mi vida?

Jade: _____, lo único que debes hacer es siempre ponerle un alto a Harry. Deténlo cada vez que intente seducirte, por Dios. Tú puedes con esto, y lo sabes.

Lana: Claro. Eso es lo que debería hacer si en verdad ama a Zayn.

Tú: En verdad lo hago—musité.

Jade: Pues eso es todo. Sólo debes hacer lo que te dije y fin del asunto. Harry entenderá con el tiempo.

Tú: Hmm... buena idea.

Lana: ¿No has pensado en que si estableces una clara relación con Zayn tus dudas se irán?, me refiero a que estás confundida porque aún él y tú no han aclarado su relación, según nos dijiste.

Tú:—me incorporé—. Tienes razón, Lana. ¡Tienes razón!—dije alegre—. Si aclaro una relación con Zayn mis dudas se irán y Harry dejará de insistir—la miré—. Por Dios, Lana, ¡eres una genio!—la abracé. Saqué mi celular del bolsillo y marqué el número de Zayn.

Jade: ¿Qué haces?

Tú: Llamo a Zayn—dije. Primer tono, segundo tono, tercer tono. Tomó la llamada.

(Inicio de llamada telefónica).

Tú: ¡Zayn!—dije alegre.

Zayn:—rió tras la línea—. ¿Sí?

Tú: Err... te llamaba para invitarte a cenar algo. Es que... necesito hablar contigo. ¿Quieres?

Zayn: ¡Claro!, tú sólo di dónde y ahí estaré.

Tú: Bien, ¿recuerdas al restaurante que íbamos a comer los Viernes?

Zayn: Síp—respondió, haciendo estallar la "p".

Tú: Pues ahí nos vemos en 30 minutos.

Zayn: Claro, nos vemos allí.

Tú: Hasta entonces.

Zayn: Hasta entonces, princesa—dijo, colgué. En mi cara tenía una amplia y grande sonrisa de idiota.

(Fin de llamada telefónica).

Lana: ¿Por qué esa sonrisa?

Tú: Me dijo princesa...—musité. Lana sólo se limitó a reír a carcajadas, junto a Jade.

Lana: Ay, ya. Que se te cae la baba.

Jade: Déjala, Lana—dijo riendo—. Si el chico al que amas te dijese princesa estoy segura de que actuarías así.

Lana: Bah.

Jade: Bueno, ¿seguimos comprando?, aún no encuentro el vestido que quiero usar—dijo, haciendo puchero.

Tú: Claro—dije. Nos levantamos y seguimos comprando. Bueno, vimos a Jade seguir comprando. Lana y yo ya teníamos todo lo que necesitábamos, y ya saben, estamos en contra del consumismo. O bueno, una parte de nosotras. Al terminar de todo, entregué mis bolsas a las chicas para que las llevaran a la casa. Yo iría directo a mi cita con Zayn. Ellas pidieron un taxi y yo me fui a pie. El restaurante quedaba algo cerca. A unos 10 minutos. Llegaría algo tarde, pero estoy segura de que Zayn entendería. Vi el reloj, marcaba las 7:27. En un abrir y cerrar de ojos, estaba en el restaurante. Eché una bocanada de aire, después de todo lo necesitaba. Caminé muy rápido, y saben lo floja que soy. Entré, y de inmediato vi a Zayn sentado en el fondo texteando. Arreglé mi cabello, revisé mi apariencia, arreglé mi blusa. Caminé hasta Zayn, decidida y con una idea clara en la mente de qué le diría. Zayn notó mi presencia y me miró.

Zayn: Hola—sonrió.

Tú:—me senté frente a él—. ¿Quieres ser mi novio?